Aumentan incidencias en enfermedades cerebrovasculares según estudio de la Universidad El Bosque

Aumentan incidencias en enfermedades cerebrovasculares según estudio de la Universidad El Bosque

Las últimas cifras sobre las enfermedades cerebrovasculares (ECV) en Colombia muestran que son la segunda causa de mortalidad en la población adulta y las que generan una alta discapacidad en estos pacientes. No obstante, una investigación realizada por la Universidad El Bosque indica que las tasas de incidencia podrían ser mayores.

 

Según los investigadores, aunque se han publicado numerosos informes sobre la epidemiología del accidente cerebrovascular en América Latina, estos difieren ampliamente en términos de métodos empleados y puntos finales. Lo que quiere decir que no se tomaron en cuenta o dejaron a un lado datos importantes para establecer cifras reales.

 

En el estudio se realizaron análisis descriptivos, utilizando fuentes de datos primarios como el sistema de registro vital colombiano y el sistema de información de seguridad social. De igual manera, los investigadores calcularon las tasas y proporciones; se corrigieron por subregistro y se estandarizaron. Las investigaciones secundarias se realizaron, utilizando datos de encuestas nacionales y de organizaciones gubernamentales de control de hipertensión, diabetes mellitus, sedentarismo, obesidad, consumo de tabaco y alcohol, y por último, de las necesidades básicas insatisfechas.

Con ello se pudo constatar que las enfermedades cerebrovasculares, globalmente, obtuvieron una tasa de mortalidad nacional y una tasa de prevalencia de 28 y 142 por cada 100.000 habitantes, respectivamente. La hemorragia intracraneal no traumática tuvo la tasa de mortalidad más alta, es decir, 15 por cada 100.000 colombianos, mientras que el infarto cerebral y la isquemia cerebral transitoria tuvieron tasas de prevalencia más altas, es decir, 28 y 29 por cada 100.000 personas, respectivamente.

 

Por otro lado, se comprobó que la angiopatía amiloide cerebral y la trombosis venosa intracraneal no piógena fueron las categorías de enfermedad con la distribución socialmente más desigual de muertes y casos, es decir, índices de concentración de 0,34 y 0,29, respectivamente. La hipertensión y el consumo de tabaco fueron los factores de riesgo más relevantes para la mayoría de los modelos simples y múltiples realizados.

 

Recordemos que las ECV son anormalidades que sufren los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y suceden cuando se obstruyen e impiden que la sangre fluya hacia el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y también pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o por coágulos de sangre.

 

Las ECV deben ser motivo de preocupación en Colombia. Por lo tanto, diseñar políticas públicas centradas en reducir los factores de riesgo frente a la hipertensión y consumo del tabaco debe ser una prioridad, así como estandarizar los registros obligatorios de estas enfermedades que –sin duda alguna–  ayudarían a aliviar la carga.

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