Pros de realizar una especialización antes que una maestría
Anteriormente, para aspirar a una maestría era necesario que el estudiante tuviera una especialización. No obstante, eso quedó en la historia y varias instituciones pueden ofrecer a los estudiantes egresados de pregrado alguno de estos dos niveles de posgrado.
Recordemos que una especialización la estudian aspirantes que necesitan tener las habilidades necesarias, en un tema de su interés, en el menor tiempo posible. Por lo general, son personas que tienen carreras empresariales. Son estudios cortos de uno o dos años y se profundizan en una materia específica.
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Mientras que la Maestría está dirigida a esas personas que les gusta la investigación, el análisis, la comparación y la proyección. Estos programas exigen que el aspirante profundice en áreas en las que se considera que puede desarrollar algún tipo de habilidad. En la mayoría de casos su duración es más larga.
A pesar de que un graduado de pregrado puede saltarse la especialización para realizar la maestría, estudiar ambos programas académicos es la mejor opción para su vida profesional. Un currículum con estas características te tendrá en el radar de los cazatalentos.
Las personas que tienen en su perfil una especialización y maestría muestran a los futuros empleadores que tienen una sólida ética de trabajo, iniciativa y perseverancia. Los cazatalentos buscan líderes que puedan trabajar como parte de un equipo y colaborar con otros; una gran destreza académica puede traducirse en estas habilidades deseadas en un currículum.
Es importante, que tengas presente que tanto la especialización como la maestría, te demandarán tiempo, responsabilidades y sacrificios. Sin embargo, como dice el dicho, “hay que sembrar para recoger”.
Ya sea que decidas estudiar primero la especialización y luego la maestría, tendrás en tu perfil profesional una vasta experiencia académica, que te permitirá competir por importantes cargos laborales.