¿Cómo la reputación social es determinante para comportamientos honestos y prosociales?

¿Cómo la reputación social es determinante para comportamientos honestos y prosociales?

Sin duda, para algunas personas resulta normal e intuitivo el hecho de que cuando se sienten vigiladas cumplen con sus deberes. En ese orden de ideas, la vigilancia es una de las estrategias que se utiliza hoy en día, para hacer que las personas cumplan con las normas, así como para promover el comportamiento prosocial y la honestidad.

 

 

 

No obstante, investigaciones y estudios experimentales recientes demuestran que el efecto de la vigilancia externa sobre el comportamiento prosocial funciona, siempre y cuando no esté controlado por variables de personalidad (v.g. mayores actitudes prosociales de base).  El investigador y profesor Camilo Andrés Ordóñez Pinilla, del grupo ANALIMA del Programa de Filosofía de la Universidad El Bosque, junto al investigador y profesor William Jiménez Lea, encontraron que la evidencia de la vigilancia como base para el comportamiento humano prosocial tiene un efecto inconsistente, pues reportan el hecho de que cuando las personas están siendo vigiladas por un tercero se dan mayores tasas de comportamiento prosocial y honestidad. Sin embargo, otros estudios no logran replicar ese resultado. A pesar de eso, los investigadores recalcan que tal efecto desaparece cuando, de una manera más contundente, existen variables asociadas a la importancia que  las personas le dan a la reputación y la imagen social.

 

De ese modo y con base en estos estudios, al parecer, para lograr un comportamiento prosocial y la honestidad en los individuos, es más importante el efecto que se le da a la reputación que a la vigilancia.

 

Pese a eso, para que el prestigio goce de una una condición estructural esencial, es necesario tener un grupo social fuerte y funcional, pues solo en un grupo social en el que las personas ven a los demás como iguales, se preocupan por lo que tales iguales piensan de ellos y están motivados a maximizar las interacciones con ellos y ellas, la reputación podría funcionar como un mecanismo para promover la prosocialidad y la honestidad. 

 

Por ello, como propuesta final, los profesores Ordóñez y Jiménez indican que las sociedades contemporáneas podrían encontrar una mayor utilidad en desarrollar este tipo de grupos sociales, en los que la reputación puede ser un mecanismo funcional más efectivo, que invertir en desarrollos o sistemas cada vez más fuertes de vigilancia.

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