¿Cómo conservar la motivación en tus estudios?

¿Cómo conservar la motivación en tus estudios?

En la actualidad, cada día son más los profesionales que continúan en la universidad para cursar sus estudios de posgrado. Algunos comienzan con una especialización, otros más arriesgados, se lanzan a la primera con una maestría y claro, también hay quienes van por su investigación más profunda, a través de un doctorado.

 

En este contexto, la motivación es el primer factor de acción, pues es lo que determina, en gran medida, continuar con los estudios. Y si bien, hay muchas personas que están habituadas al ritmo de la universidad y sus exigencias, de acuerdo con el programa, hay quienes están desadaptados del ritmo o, simplemente, su estilo de vida es agotador, por lo que pueden cansarse y hasta llegar al punto de desfallecer y retirarse, sobre todo en niveles con mayor exigencia, como la maestría o el doctorado. Para evitar eso a toda costa y que tu nivel de motivación sea más alto que tus limitaciones físicas o mentales, te proponemos lo siguiente:

Más acción y menos pensamiento:
cuando te llenas de pensamientos negativos o empiezas a pensar en todo lo que tienes por hacer y tus limitaciones de tiempo, tiendes a llenarte la cabeza de problemas, antes de comenzar a realizar las tareas. En vez de perder el tiempo con juicios mentales, dedícate a hacer las cosas que tienes que entregar, tareas por realizar, planificar, leer, adelantar trabajo y organizar entregas. Esto mantiene ocupada tu mente en algo propositivo y además te motiva, al darte cuenta que estás haciendo las cosas que en tu imaginación parecían imposibles.

 

Más objetivos y menos dudas:
concéntrate en todas las expectativas, objetivos y metas que tuviste al iniciar este posgrado. Recuerda que no solo estás invirtiendo tiempo, sino dinero y lo más seguro es que no ha sido tan sencillo para ti realizar estas dos inversiones. Además pasaste por todo el proceso de admisión y fuiste aceptado. Recuerda que, no todos los aspirantes a ese programa fueron admitidos. De ese modo, mantén presente todas las ilusiones que han hecho que ahora estés cursando este posgrado que hace algún tiempo solo era un anhelo.

 

Enfócate en tus avances y celébralos:
cuando empieces a tener buenos resultados como consecuencia de tu entrega y compromiso vas a sentirte motivado para continuar. Cuando eso pase, por pequeño o grande que sea tu resultado, prémiate, pues el cerebro está acostumbrado a la recompensa como un incentivo para continuar y acumular más logros y avances.

 

Desansa:
cuando estás muy aturdido y lleno de pensamientos limitantes en tu mente, es imposible tomar decisiones certeras. Para hacerlo debes relajarte, salirte de tus rutinas habituales, hacer cosas divertidas que te saquen de los problemas que hay en tu cabeza. Respira. Dáte un descanso. Así, lo más posible es que te surjan ideas para que puedas reorganizarte, motivarte y avanzar.

 

Recuerda tu principal motivo:
lo más seguro es que estés en un programa que no solo te representa oportunidades para avanzar en tu campo profesional y tal vez, contar con una mayor remuneración económica, sino además, este posgrado realmente te apasiona, pues te permite desarrollar y potenciar tus habilidades. Cuando disfrutas de lo que haces y le pones el corazón, lo demás viene por añadidura. No olvides que la vocación siempe es el mayor motivador.

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