Inglés o maestría: ¿qué es lo que más pesa a la hora de encontrar trabajo?
Ala hora de planear un futuro académico muchos profesionales deben tener en cuenta y poner en la balanza qué es lo que más le conviene: si estudiar inglés o realizar una maestría para lograr el éxito laboral.
Según la Red Enlace Profesional de Antioquia, para el año 2018, un universitario recién egresado debería ganar alrededor de $2.050.000 pesos, pero si fuera bilingüe su sueldo podía llegar a ser de $2.836.000. Este mismo informe indica que un profesional con especialización recibiría al mes $2.990.000 pesos, mientras que si lo combinara con un segundo idioma le pagarían cerca de $3.737.000. El documento afirma que una persona al estudiar una maestría aumentaría su salario considerablemente, debido a que obtendría alrededor de 3 millones 900 mil pesos y, si hablara la lengua inglesa, tendría mensualmente en su cuenta más de 4 millones 400 mil.
Estos datos demuestran que, aunque un posgrado es beneficioso para el conocimiento y el bolsillo, el manejo de una segunda lengua mejoraría el estilo de vida debido a que el salario aumentaría en un 30 %. Sobre todo, para aquellos que cursan una maestría.
Expertos en capital humano aseguran que debido a la inversión extranjera y el crecimiento del sector turístico, las organizaciones valoran en este momento el bilingüismo para los cargos medios y bajos. Lo que significa que hablar un segundo idioma aumentaría en un 50 % las probabilidades de conseguir trabajo y reduciría los riesgos de ser descartado un proceso de selección.
Tener un posgrado y hablar inglés le abriría de inmediato las puertas debido a que las personas con nivel avanzado en un segundo idioma y con posgrados generan mayores posibilidades de ingreso frente a los que no los tienen; pero la remuneración depende, además, de la estructura de costos de la empresa en la que se esté, del escalafón y de los méritos en el sector específico de la academia, así como de las responsabilidades del cargo.
Es por ello que en un mundo globalizado es necesario dominar el idioma inglés y debe ser prioridad para un universitario, sin demeritar el valor que tiene una especialización. Hablar una segunda lengua puede llegar a ser el punto diferencial de un candidato para un empleo.
Ambos conocimientos tienen algo a su favor. Sin embargo, la balanza se inclina un poco más hacia el bilingüismo, pues según los expertos, el dominio de un segundo idioma abre tanto oportunidades profesionales como educativas. Lo ideal sería primero aprender inglés y luego estudiar una especialización o una maestría.